lunes, 26 de abril de 2010

Malcolm McLaren: Tuvo un cortejo fúnebre acorde a su legado

El ideólogo de los Sex Pistols falleció el pasado 8 de abril y tuvo su despedida épica y con toda la pompa punk.

Como no podía ser de otra manera, Malcolm McLaren tuvo una despedida acorde a lo que fue su vida, la cual estuvo cargada de caos, reacciones revolucionarias, glamour, fama, escándalos e ideas.
El cuerpo del artista (manager es un adjetivo demasiado menor para su genio) fue trasladado de Suiza a Inglaterra y el pasado jueves 22 tuvo su cortejo fúnebre hasta el cementerio Highgate, donde se le brindó sagrada sepultura.
“Espero que su tumba se convierta en un santuario como sucede con las de Jim Morrison y Serge Gainsbourg”, declaró su ex mujer, la diseñadora top Vivienne Westwood.
Justamente, fue ella y el hijo en común que tuvieron quienes se encargaron de los detalles de una despedida que pasó principalmente por la zona comercial del Camden, al norte de Londres donde McLaren tuvo alguna vez su legendaria tienda, SEX.
De características excéntricas, la procesión que transportaba al ataúd fue presenciada por una gran cantidad de público, el cual se acercó para dar su último adiós al ideólogo de los Sex Pistols. Entre la multitud, también estaban Sir Bob Geldof, Bobby Gillespie de Primal Scream, Annie Lennox, Adam Ant y los pistols, Glen Matlock y Paul Cook. Por otro lado, Boy George no estuvo presente pero envió una suntuosa y anarquista corona floral.
Entre muchas de las particularidades que tuvo el acto, se podría decir que los restos del arquitecto del punk estaban dentro de un pomposo carruaje tirado por caballos negros y al costado del cajón figuraba la frase "Too fast to live, too young to die" (Demasiado rápido para vivir, demasiado joven para morir).
Detrás del carro había una “A” de anarquía formada por rosas, mientras un auto iba abriendo paso a la peregrinación mostrando arreglos florales que deletreaban una de las premisas principales del difunto: “Cash from caos” (Dinero en efectivo a partir del caos).
Todo ello sucedía al mismo momento que un sistema de sonido armado en un ómnibus que iba atrás, hacía sonar a todo volumen la versión de “My way” interpretada por Sid Vicious y demás canciones de la película The Great Rock 'N' Roll Swindle (La gran estafa del rock&roll de 1979).
Con todo este despliegue épico, se despidió a una de las mentes más lucidas que ofreció la cultura rock. Malcolm McLaren se fue, pero sus ideas continuarán vivas para siempre.
Debajo podés ver parte del cotejo fúnebre filmado por un fan en el famoso Camden Town.

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