Convertido en un “opinator profesional”, el cantante de U2 contesta acerca de lo que le pregunten y, encima, da consejos.
Como si se hubiera caído de un libro de autoayuda, Bono Vox dejó descansar por unas horas al flamante disco de U2, No Line on the Horizon, y se refirió a la vida sana, la meditación y los excesos. También, develó que va a la iglesia para domar su lado salvaje y abandonar sus más oscuros deseos.
“En mi vida y en los últimos años en particular, he estado rodeado de adicciones. Conozco a mucha gente, sobre todo al bajista de mi banda, que han tenido la valentía de hacer frente a sus demonios”, declaró el cantante, poniendo como ejemplo a Adam Clayton, quien sufrió problemas de alcoholismo.
Ahora, Bono se levanta a la hora en la que antes se acostaba. Su jornada comienza a las seis de la madrugada, cuando suena el despertador y allí se entrega al rezo y a la meditación. "Mi vida meditativa alimenta mi alma. Es algo maravilloso tener tiempo para reflexionar sobre las cosas y pasar algún tiempo conmigo mismo”, dijo.
Así, la estrella rockera de 48 años sólo piensa en disfrutar a pleno del día y destinar su tiempo libre al alimento del alma, tratando de dar la espalda a las tentaciones que acarrea la fama.
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