domingo, 5 de abril de 2009

LA NOCHE DE LOS COTONETES. Molotov en Santa Fe.


Desde la antigüedad, los griegos crearon lugares con las condiciones necesarias para apreciar las destrezas deportivas y artísticas (pilares de la educación y la cultura para esa civilización).
¿Disfrutaría usted de un partido de tenis en una cancha de bochas?
Algo parecido ocurrió el sábado 4 de abril con la presentación de Molotov en Santa Fe.
Es que en los últimos tiempos, con tantos espectáculos de primer nivel gratuitos, el público se pone un poco exigente a la hora de pagar por una entrada, y más aún por un par, y mucho más aún cuando el costo de la misma es de $60.
Debo dejar en claro que fui debidamente acreditado y sin inconvenientes de ningún tipo para hacer uso de la única acreditación por medio que dispuso la organización, la cual consistió en una entrada gratuita.
Sinceramente lamento mucho no haber podido contar con la compañía de nuestro fotógrafo oficial, lo cual hubiese posibilitado graficar con imágenes esta crónica, pero parece que en plena era de internet aún suenan raro los fotógrafos en una radio.
Salvando el pequeño detalle de asistir a un concierto anunciado en principio en el anfiteatro del Parque del Sur (destino para el que se vendieron las localidades) y luego trasladado justificadamente por la inestabilidad del tiempo injustificadamente a un lugar en 25 de Mayo al 3400 que no contaba ni por asomo con la más mínima condición acústica para tal fin, UN CONCIERTO.
El ingreso al lugar fue fácil y correcto, la seguridad con trato amable (como corresponde siempre y más aún cuando se pagaron $60 para asistir).
Previamente y con calor asfixiante, puesto que no había ni un solo ventilador encendido, los santafesinos Levitar - www.levitarweb.com.ar - calentaron más el lugar con un short show, corto, conciso, preciso, ajustado, firme, concreto y directo, muy en la línea de su flamante álbum Sentidos (2008).
“La democracia está de luto”, se escuchó desde el escenario la voz de Tito alrededor de las 23:00 y comenzó el show de los mexicanos con Gimme tha power.
Pasaron por todos los discos, estuvieron todos los hits, el Marciano ( cumbia-core que bien podría ser imitada por estas tierras tropicales…) Cerdo, Chinga tu madre, Frijolero dedicado al “culero” de Bush, Hit me, Here we kum, y más. El público estaba enardecido, (a pesar de que a esta altura ya funcionaba piadosamente la ventilación) como si hubieran tomado todos un shot de tequila antes de entrar.
La banda se vio limitada a la dimensión del escenario, lo cual no fue impedimento para roquear.
La iluminación del show fue sincrónica y excelente.
El sonido, tal vez haya estado técnicamente correcto, pero fue dolorosamente inapreciable puesto que desde el alto techo a dos agua de chapa de zinc volvía una ola de mar gigante, que lejos de traer espuma caía sobre los oídos de la gente con Gillettes y demás elementos cortantes en frecuencias medio agudas y agudas metálicas chirriantes en donde resultó imposible distinguir guitarras y voces. Tampoco hubo una gran presión de graves redondos, por los pies no subía nada y ningún bombo pateó en el pecho. Sólo del cuello para arriba (como enterrados en arena), una tortura auditiva que por momentos se volvió insoportable porque el lugar no estaba preparado acústicamente para el fin.
Todavía me zumban los oídos.

G.S para U.T.X

1 comentario:

Caro dijo...

El recital fue muy bueno, pero a mi gusto falló el final. No se si se cansaron, o estaban más interesados en conocer a algunas de las chicas que subieron al escenario, pero terminó muy abruptamente. Y además faltaron algunos temas del disco nuevo, que era el que venían a presentar. Si hubiesen salido y tocado 2 temas más hubiese sido perfecto. Saludos. Tengo fotos para aportar. Pidan