lunes, 6 de abril de 2009

Quilmes Rock 2009: Kiss, bésame mucho

Ante 54 mil personas, la banda de Paul Stanley y Gene Simmons cerró el festival; antes, Los Ratones Paranoicos y Las Pelotas calentaron el ambiente.

El repertorio estuvo basado en los tradicionales Kiss Alive I y II : dos indispensables en toda discoteca que se precie de tal, y dos de los mejores álbumes en vivo de la historia. "No innovar" es la consigna del cuarteto, y en este caso la falta de buenas nuevas musicales no molesta. Entonces, a poner toda la carne al asador en cuanto a la puesta en escena: a las explosiones iniciales que sirvieron de preámbulo para "Stutter" se le sumó Gene escupiendo fuego en "Hotter Than Hell", la pirotécnica guitarra de Tommy durante el solo de "She", la batería elevándose en "100.000 Years" y rodeada de una aureola de fuego, y, en todo momento, el sonido potente y nítido a la vez y la esperada, pero siempre sorprendente, juego de luces de miles y miles de watts.

Desde el comienzo del recital, Paul Stanley se aseguró algo que está implícito en su fraternal relación con los fans: su incondicional respuesta ante cada solicitud suya a modo de arenga. "Esta noche es la noche. No hablo español muy bien pero comprendo sus sentimientos y… ¡Mi corazón es suyo!", dijo, y la réplica fue instantánea e inmediata."Deben demostrarnos que ustedes son los número uno", le aulló al "mejor público del mundo", y la gente, claro, enloqueció.

Pero la locura seguiría all night: después de la emotiva interpretación de Stanley coreado por todos en "Black Diamond", "Rock & Roll All Nite" fue digna representante la parafernalia kissera (ver apartado). Y, ya en los bises, "I Love It Loud", comenzó con el famoso solo de bajo de Gene, seguido de su infaltable vómito sangriento y su (aunque casi fallida) elevación vampiresca. Un final espectacular era necesario para no desilusionar; y así fue: en "Love Gun" Paul sobrevoló el campo hasta la torre de sonido desde donde cantó el tema y con "Detroit Rock City" finalizó este concierto inolvidable.

Play list.
Top 3 Kiss

"She": Ya desde el arranque ("She walks by moonlight, no one really knows…") Kiss revalidó sus credenciales con este temazo de Hotter Than Hell que sonó, nota a nota, calcado de la versión del Alive I.

"Detroit Rock City": La cabalgata del bajo de Simmons dominando la melodía en la oda a la gran ciudad fierrera yanqui no deja de sorprender como la primera vez que fue escuchada. Final perfecto para el concierto, salva de cañonazos y show de fuegos artificiales incluidos.

"Rock & Roll All Nite": "Cada país tiene una canción que ama", dijo Paul Stanley antes de empezar a entonar "Guantanamera". Y allí, tras el abucheo, comenzó lo que fue el momento más memorable del show: una lluvia de papelitos blancos cubrió al Monumental y se combinó con explosiones y más fuegos artificiales mientras todos coreaban uno de los éxitos más escuchados de Kiss. Al terminar, la guitarra de Stanley se resistió a ser quebrada, lanzando fuego en cada golpe contra el suelo del escenario; pero no lo logró.

"Hola, trolas". Con ese saludo, y "La octava maravilla", Massacre inició la última jornada de la versión 2009 del Quilmes Rock. El set de Walas y compañía fue, como siempre, impecable: la pared de guitarras que conforman el Tordo y Fico, como de costumbre, demolió cabezas y preparó el escenario a la presentación de Molotov.

Con "Gimme tha Power" y "Chinga tu madre", el cuarteto mexicano inició un repertorio hardrockero, hiphopero y también hitero y dio, así, nacimiento a los primeros pogos entre el público enmascarado. Tres covers, incluidos en el disco de versiones Con todo respeto, constituyeron el segmento central del show: "Amateur" (cover de "Rock Me Amadeus" de Falco), "Marciano" (por "I turned into a Martian" de The Misfits) y "Perro negro granjero" (por "Perro negro" de sus compatriotas de El Tri). Antes de terminar con "Puto" (dedicado a Mario Pergolini, que los saludaba desde el mangrullo), Tito hizo uso de las palabras de Walas y despidió a todos con un "¡Chau, trolas!".

"Fuera putos". "Hijos de puta". "Soy kissero, es un sentimiento, no puedo parar…". Con esos gritos la gente recibió a Las Pelotas, que no se apechugaron y lograron, con justicia, revertir esa injusta situación. Germán Daffunchio hizo menciones de entrada a "los veinte chicos que se mueren por día de hambre en la Argentina" (en la apertura con "Grasa") y a "Julio López, que aún sigue desaparecido" (en la canción ídem) y estrenaron una canción: "Como un perro". El final fue con "Shine", y el recuerdo de Alejandro Sokol ("Que nos está mirando desde el cielo") fue inevitable.

"Pomelo, Pomelo…". Antes del show de los Ratones Paranoicos, la gente no esperaba a Juanse y compañía de forma muy amistosa que digamos, recordando el parecido entre el frontman y el personaje encarnado por Diego Capusotto. Pero potentes versiones del "Rock del pedazo" y "Enlace" (esta última bien punk rock, como en los inicios del grupo) pusieron las cosas en su lugar. Y más aún cuando el Ratón Mayor fue sorprendido por una botella de agua mineral que le arrojó la gente, y la devolvió con saña y furia, en un auténtico ojo por ojo y diente por diente. A partir de ahí, todos hitazos: "Sucio gas", "La nave", "Ceremonia" y "Ya morí" en una suerte de Big Band Paranoica, con armónica, vientos y teclados sumados al cuarteto original. Hacia el final, con Jimmy Rip (colaborador de Mick Jagger en Primitive Cool y de Tom Verlaine) como guitarrista invitado, "Rock del gato" y "Cowboy" cerraron una actuación memorable de los Ratones, dejando el escenario hirviendo antes de la gran atracción de la noche: Kiss.

Fuente RS

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